Para iniciar HISTORIAS DE COSULTORIO, quiero empezar con este caso. Se trata de una mujer, a la que llamaremos Elsa.
Elsa fue una de mis primeras pacientes, acudió a mi en un momento desesperado y aunque aún me sentía insegura en mi practica de conectar con los seres de luz, algo en mí resonó con su historia, y me aventuré a ayudarla.
Elsa es profesional con gran éxito en el campo laboral, casada por amor, con hijos que nacieron bajo la planeación y preparación adecuados.
Su vida, como ves, podría catalogarse, como “ideal”
Sin embargo, ella acude a consulta de guía con los ángeles, porque a pesar que ha construido a la vida que siempre había estado planteada en su cabeza, Elsa no era feliz, sentía un vacío. Sentía que había logrado todo lo que se había propuesto para su vida y aún no sentía esa plenitud prometida. No sentía nada.
Y en esa búsqueda de sentir, había cometido grandes errores que cargaba sobre ella como piedras en un costal, lleno de culpas, rencores, miedos y soledad: había sido infiel a su pareja, sentía que había descuidado a sus hijos, el estrés laboral la consumía y había enfermado.
En el momento que conocí Elsa, la percibí como una persona de carácter muy fuerte y determinado, pero al hablar con ella y conocerla un poco más, percibí su vulnerabilidad… Y yo aprendí tanto de ella…
En el momento inmediato de escucharla, pensé que era una persona desagradecida: ¿Cómo era posible que con todas las bendiciones que tenía en su vida, no fuera feliz?
LA ENSEÑANZA DEL ARCANGEL RAFAEL
Ese día se manifestó el arcángel Rafael, y nos dio guía tanto a Elsa como a mí:
“Querida Elsa has llenado el vaso de tus propósitos personales con todo lo externo que te has planteado, pero, ¿realmente lo querías tú? o ¿acaso tu proceso de elección ha sido un proceso automático guiado por lo que quería tu familia, la sociedad, la escuela?
Piénsalo bien, tu corazón está vacío porque tu corazón sólo recibirá lo que tu propósito y tu espíritu deseen elijan recibir. El proceso de esa búsqueda apenas empieza, no te sientas triste, por lo que sientes ahora, pues todo lo que estás sintiendo, te está haciendo despertar. Este es el momento de despertar a tu propia vida…”
UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ…
Tanto Elsa como yo comprendimos el mensaje. Comprendimos ese día que ella había elegido la vida que le habían mostrado y que sus elecciones no estaban guiadas por su corazón. Elsa, al igual que muchos de nosotros en algún momento, había decidido en automático.
Iniciamos un proceso de sanación perdonarse, reconocerse y para encontrar en lo profundo de su ser, la llamita que iba a abrir la puerta a su verdadera esencia a lo que realmente deseaba.
Hoy en día, Elsa ha renunciado a su empleo para dedicarse a ayudar a otras personas y puedo decirles que Elsa ahora es feliz. Seguramente, te has sentido como Elsa, después de luchar, esforzarte y trabajar fuertemente, has logrado tus sueños materiales, pero tu corazón aun no se siente en plenitud.
Y esto es porque nada en nuestro mundo tiene real sentido, si no esta acompañado de la fuerza de nuestro corazón como motor que lo impulse.
Y ese motor tiene nombre… es el amor que fluye en ti y en mí, que pinta nuestra vida de colores y le da sentido a nuestros propósitos, a nuestros sueños… Activar esa fuerza tan poderosa, es vivir en plenitud.
Y es maravilloso…
PS: El nombre de Elsa es ficticio, y lo hemos cambiado para proteger la identidad de nuestra paciente.